Por: Isabel Cazarez
Hoy en día es un momento donde las empresas
se encuentran con distintas generaciones de empleados, siendo los millennials
una de estas. La generación millennials define a
los nacidos entre 1981 y 1995, jóvenes entre 20 y 35 años que se hicieron
adultos con el cambio de milenio. De acuerdo a una proyección de la consultora Deloitte, en 2025 representarán el 75 % de la fuerza laboral del
mundo.
Este artículo nos
dice que los mitos más populares sobre los millennials es que si estos
profesionistas tienen metas de carrera poco realistas, que se les olvida quién
es la autoridad, que son adictos a la tecnología así como que renunciarán si no
les apasiona el trabajo.
Menciona
que el primer mito es que “tienen metas de carrera poco realistas”, pues
los retratan como egocéntricos que sólo se comprometen con ellos mismos, sin
interés por crear cierta trayectoria en un lugar de trabajo. Lo que es cierto
es que estos jóvenes buscan un trabajo significativo, quieren nuevos retos, con objetivos claros, lugares
divertidos de trabajo y ponen como primer aspecto importante en su
empleo tener seguridad, saber hacia dónde van con sus carreras y después lo
financiero.
El segundo mito nos menciona “se les olvida quién es la autoridad”, que un millennial ve al
jefe como un colega, quiere comunicarse y tener retroalimentación de su
trabajo, con oportunidad de cursos y capacitación. No respetan el organigrama sino la capacidad intelectual y al líder
que pone el ejemplo. La clave es promover nuevos esquemas para
comunicarse.
El
tercer mito nos dice que los millennials son adictos a la tecnología, siendo
completamente cierto, pues, son nativos digitales porque han sido formados
entre computadoras y otras tecnologías. Sin embargo, es importante aprovechar
su destreza tecnológica para beneficio de la organización.
Y
el último mito nos dice que “renuncian a un trabajo que no les apasiona” lo que
es completamente cierto. Los millennials necesitan
sentirse útiles, quieren estar cómodos en el ambiente laboral, pues tienen una
mentalidad más abierta sobre vivir la vida y no tan agresiva como la de sus
padres que trabajaban solo para ganar dinero y obtener un buen puesto en una
empresa.
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